Thursday, June 16, 2011

Encargo

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

Julio Cortázar

Wednesday, June 08, 2011

Subterranean Homesick Blues

Ella empezó a caminar. Aunque probable y seguramente tenía que estar en otro lugar haciendo otra cosa. Caminaba por el simple hecho de caminar, caminaba como fin, como el propósito en sí mismo. –Es ahora o nunca- pensó.
(No la muerte, para eso siempre habría tiempo)
Ella se construía en cada paso desde el más vasto despojo. Ni siquiera era capaz de añorar lo que le quitaron, lo que perdió, lo que nunca tuvo y nunca fue.
Bajó a la estación del subte viejo. Las puertas se cerraron y parpadeó, asustada por el ruido. Había un chico mirándola, antes, en la boletería. Pero Ella dejó pasar el tren y él se fue. Ella no valía la demora, no valía la espera de nadie. Era Ella la que siempre miraba el tren irse desde el andén.
No sabía hacia dónde iba, no le importaba. Se dejaría guiar por el nombre verdadero de las cosas. Quizás comer algo. Conocía bien su ciudad. Amaba ese lugar tan lleno de tantas cosas ajenas. Esa identidad que se ensamblaba a partir del popurrí intercultural. ¿Ella podría ser así también?, se preguntó. No. Obviamente no. Ella no tenía componentes, no tenía elementos, no tenía partes. Ni conjunto, ni todo.
Sentía el olor a quemado del tren al frenar en cada estación. Me gustaría arder, oler así, a lo más subterráneo de esta ciudad- por una milésima de segundo. Y después- No deberías pensar eso, te estás volviendo reputamente loca, qué va a pensar la gente.
Parar en las estaciones era como pasar fotogramas, cada columna cortaba el paisaje y lo volvía a recomponer desde un ángulo distinto.
Sintió hambre y sintió la náusea del hambre. El ayuno volvía a su boca con el sabor a la noche anterior, desvelada, con su poco gusto a saliva dando vueltas, insomne.
Otra vez la puerta la asustó.
Pasó por enfrente otro tren, como un deja vu, como un espejo invertido. Absurdo. Otra Ella podría estar del otro lado. Su antítesis, su reflejo completo, lleno de vida, con ojos fulgurantes. Ella creía por momentos haber sido eso alguna vez. Ahora creía que no.
Quería sentir algún contacto con alguien, eso la haría sentir más persona, más humana, menos liviana, menos gaseosa. Pero cada hombre aquí abajo es una cueva, es un túnel- se dijo. A pesar de todo, si alguien le dirigiese la palabra Ella no sabría qué hacer, se disolvería en partículas, quedaría un montículo de polvo en donde antes solía estar su cuerpo gris. Cenizas.
Se le ocurrió bajar en la estación colorida, estuvo a punto de hacerlo.
Las puertas se cierran, de nuevo.
Por un segundo, la luz se apagó. Cuando volvió a iluminar, sintió que todo había muerto a su alrededor. Se asustó. Algunos miraban su expresión desconcertada desde sus neutras cavidades.
Se sintió a lo lejos una explosión. Ella pensó –Estoy por vivir algo importante, algo trascendental al fin. Un nudo de ansiedad le contrae el pecho.
Nada
Otra estación más.
Alguien silba. Un bebé llora. Es tiempo, es tiempo.
Y baja.



.Kn.

Tuesday, June 07, 2011

Little cliché

Estoy en la oscuridad, estoy en el centro del cliché de la tristeza. Estoy herida, estoy sangrando por cada poro, estoy llorando por cada ojo. Estoy vomitando letras y espinas, quiero sacarlas, quiero expulsarlas de mi cuerpo llameante antes de que todo se incendie.
No hay olvido, no hay olvido. En cada pared hay cientos de cuadros, hay boletos, hay envoltorios de pequeños recuerdos, hay pedazos de caras, fragmentos de expresiones, todas tristes, todas tristes.
Hay besos, nunca hay olvido. Hay ecos, infinitos, hay avalanchas en el monte frío que es este mausoleo.
Mármol negro.

La vida continuará.



.Kn.

Sunday, June 05, 2011

Se me olvido que te olvidé
se me olvido que te deje
lejos
muy lejos
de mi vida
se me olvido que ya no estas
que ya no me recordaras
y me volvió a sangrar la herida
se me olvido que te olvidé
y como nunca te llore
entre las sombras
a escondidas
y la verdad no se por que
se me olvido que te olvidé
a mi que nada se me olvida
a mi
a mi que nada se me olvida
a mi que nada se me olvida
entre las sombras
te encontré


I. Molá.

Wednesday, June 01, 2011

No tengo palabras para enamorarte
ni quiero que te abras en dos para amarte.
Hoy estoy oscuro como un pan de tierra,
viviendo por puro azar, como en la guerra.

Fandermole.